Se acerca el Día del Libro 2018

El Día del Libro es una fiesta espléndida, porque es de la gente, sobre todo cuando cae en un día laborable y no llueve. La gente está contenta y en medio de la masificación no pierde nunca la sonrisa. Se presenta con grandes incógnitas, como siempre. No sabemos nunca qué pasará. Depende mucho de los medios de comunicación, especialmente las radios, que son inmediatez.

El mismo día se invita a algunos autores y esto hace que sus libros se muevan. También es cierto que en el ámbito de infantil y juvenil esto no pasa tanto.

La importancia de la lectura infantil y juvenil

La Laie es una librería especializada en humanidades y tiene una sección de infantil y juvenil donde prima sobre todo el álbum ilustrado y los libros dirigidos a la franja baja de edad, mientras que tiene una oferta más limitada en cuanto al libro juvenil.

Tenemos unos clientes de literatura infantil muy fidelizados, pero a algunos no los hemos visto nunca. Un ejemplo es una clienta que siempre viene a comprarnos libros para sus hijas, porque ella trabaja en Barcelona, pero la familia vive fuera de la ciudad. En la Laie, son los adultos quienes más a menudo eligen los libros para los niños. A veces, los adultos compran por nostalgia, porque encuentran libros que habían leído de pequeños y tienen un buen recuerdo. Pero yo creo que no son muy buenas opciones, porque no es ninguna garantía que sus hijos se lo pasen igual de bien. Esto ha pasado, por ejemplo, con Gloria Fuertes.

Cuando yo era pequeño, los libros de conocimiento tenían una cierta importancia, por la formación que contenían. Y a pesar de que quizás en algún momento han sufrido una bajada, me atrevería a decir que siempre han tenido importancia. Por ejemplo, las colecciones que hablan de animales siempre han estado ahí, porque son herramientas de conocimiento muy válidas. Con el tiempo, quizás ha ido cambiando la importancia de las ilustraciones y una presentación más atractiva.

Las modas influyen si estos libros hacen prevalecer los dibujos o las fotografías, pero son libros que siempre han tenido importancia.

Además, siempre procuro recomendar libros de poesía infantil. Va con la filosofía de la librería. Y tienen un público. A mí me parece que los libros de poesía para niños han ido ganando calidad. Recuerdo que antes todo giraba sobre todo alrededor del pareado. Ahora se ofrece una poesía muy trabajada, pensada para el público a quien se dirige, y trabajada conjuntamente con el ilustrador.